En el cine de terror, los villanos trágicos son los que sus objetivos, malvados y egoístas; no están en control absoluto de sus emociones. No son malvados porque realmente quieran serlo, sino porque son víctimas de circunstancias malvadas, usualmente se ganan la compasión de los espectadores.
El ejemplo perfecto es Leatherface, que su familia al tratarlo mal y con desprecio se volvio en un hombre que se desahoga matando personas, con la orden completa de sus hermanos mayores para cometer los crimenes, otro ejemplo, también sería Norman Bates quien tras el abandono de su padre y la mala educación de su madre, lo volvieron un psicopata.
Jeremy Melton, quien fue rechaado y culpado de forma injusta por cinco chicas, causantes que lo llevaran al reformatorio y de ahí se transformo en el infame Cúpido.
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