El Asesino de la Rue Morgue fue un homicida misterioso que cometió varios crímenes inexplicables en las calles de París en el siglo XIX. Las extraordinarias escenas del crimen que dejaba tenían confundida a la policía parisina y a los ciudadanos aterrados. Finalmente, un astuto detective de nombre Auguste Dupin logró resolver el caso y descubrió que en realidad se trataba de un peligroso simio fugado.
El simio aparece como el principal villano de la película Murders in the Rue Morgue (1986) [Los crímenes de la calle Morgue], basada en un famoso cuento corto de Edgar Allan Poe.
Historia[]
A mediados del siglo XIX en París, en la Rue Morgue, ocurrió un brutal doble homicidio de características inexplicables y que no podía ser resuelto por la policía. La joven Melle L'Espanaye y su anciana madre fueron asesinadas en su domicilio. Los vecinos alertados por los horripilantes gritos acudieron al instante con un oficial, pero al ingresar forzosamente a la habitación encontraron que el culpable había escapado, pese a que no había manera de salir ya que las ventanas y la puerta estaban trabadas. El cuerpo de la pobre Melle apareció incrustada en la chimenea con una fuerza tan impresionante que se necesitaron cuatro hombres para desatorarla y el cuerpo de su madre se encontró en el patio salvajemente mutilada por un arma cortante. En el cuarto había una bolsa llena de monedas de oro por lo que el robo no pudo ser el motivo. La prensa sensacionalista tituló a este caso como "los asesinatos de la Rue Morgue", provocando el pánico entre la población y que el Prefecto de la policía se viera sumamente presionado por las autoridades para encontrar al culpable cuanto antes.
Algunos policías decidieron acudir al mejor detective de París, Auguste Dupin, aunque este ya estaba retirado. Décadas atrás, Dupin fue un detective de la policía parisina que se volvió famoso en la ciudad y en las noticias por resolver casos que parecían imposibles, haciendo uso de su extraordinario poder de observación y profesando la lógica como principio fundamental de su labor. En cuanto su rival fue promovido a Prefecto, como primera medida le dio una jubilación forzada a Dupin. El Prefecto lo detestaba profundamente porque Dupin siempre había estado un paso antes que él en las investigaciones. Dupin, ahora un hombre viejo, cayó en un estado depresivo al no poder realizar el trabajo que tanto amaba y se pasaba el tiempo encerrado en su casa, divagando y jugando al ajedrez con su joven hija Claire. Aunque sus allegados le insistían en que ayude a resolver este caso, Dupin se negaba y se sumía más en su depresión.
A los pocos días, el Prefecto detuvo a Adolphe Le Bon como principal sospechoso, ya que este fue el último que estuvo con las mujeres asesinadas. Este joven banquero era el prometido de Claire Dupin y ella le suplicó a su padre que la ayude a absolverlo. Dupin nuevamente se negó, pero al ver la mirada de decepción de su hija se dio cuenta de que se había convertido en un anciano patético y se encendió en él la chispa del detective que había tenido en sus años de gloria. Con la ayuda de su joven amigo Phillipe Huron, Dupin comenzó a investigar el misterio de la Rue Morgue por su cuenta. Cuando el Prefecto se enteró de esto, le amenazó con denunciarlo y sacarle su pensión si se entrometía en la causa.
Tras una minuciosa investigación, totalmente en secreto de la policía, Dupin logró determinar que el culpable no era un hombre, sino una bestia, y logró dar con el Marinero que la estaba buscando. Cuando Dupin y Phillipe lo sometieron a presión, el Marinero confesó que él era dueño de un enorme simio con características humanas que trajo de un viaje por la selva de Borneo. Sin embargo, este se comportaba cada vez más violento y más difícil de controlar. Una noche, el simio se liberó del armario en donde lo encerraban y amenazó al Marinero con una navaja de afeitar que encontró. El Marinero percibió la sed de sangre en los ojos de la bestia y no se atrevió a detenerlo. El simio entonces escapó hacia la Rue Morgue en donde cometió los crímenes tras entrar azarosamente a la residencia L'Espanaye y poniéndose nervioso con los gritos de las mujeres. Desde entonces, el Marinero le perdió el rastro. Dupin, investigando los periódicos y viendo otros crímenes similares, resolvió que el animal estaba escondido en el parque Bois de Boulogne de París. Llamó de inmediato a la prensa y a la policía y salieron juntos por la noche con una red y una jaula a capturar al peligroso simio.
Habilidades[]
- Fuerza bruta: Es poseedor de una fuerza extraordinaria.
- Trepar: Trepa fácilmente por edificios y árboles.
- Navaja de afeitar: La utiliza como arma para atacar a sus víctimas.
Víctimas[]
- Vagabundo: Estrangulado y arrojado al río en el parque por la noche.
- Melle L'Espanaye: Estrangulada salvajemente y metida por la chimenea.
- Madame L'Espanaye: Decapitada con la navaja y arrojada por la ventana.
- Le voyeur: Asesinado en el parque por la noche.
Trivia[]
- El diseño y el traje del simio fueron creados por el especialista en marionetas de películas Lyle Conway.
- El simio fue interpretado por el actor disfrazado Mak Wilson, quien también es un reconocido marionetista de películas.
- El simio no parece pertenecer a ninguna especie conocida de primate. Tiene características combinadas de orangután, chimpancé y humano y con la fuerza de un gorila adulto.
- Es la primera adaptación de "Los asesinatos de la rue Morgue" que representa a un simio fugado como el verdadero culpable de los crímenes, al igual que en el cuento original.
- En la adaptación de 1932, el simio aparece en la forma de Erik, el Gorila, como un animal entrenado para matar por un villano.
- En la adaptación de 1954, el simio aparece en la forma de Sultan, el Gorila, esta vez si es un simio que se le escapó a un marinero pero nuevamente está entrenado por un villano.
- En la adaptación de 1971, el simio es en realidad un actor disfrazado de gorila que representa en el teatro la obra de Edgar Allan Poe y que no comete ningún crimen.